La configuración del mal en Platón.

La configuración del mal en Platón.

El mal es una de las realidades que siempre ha atormentado el existir humano. Los escritores de la tragedia griega hablaban de un mal que estaba signado en el individuo. El hombre no puede escapar del mal, el hombre está destinado a ser envuelto por él.

El filósofo, Platón, refuta esta afirmación antes mencionado por los eruditos griegos. Este eximio pensado asegura que el mal, es un contra argumento que quiere romper con un esquema, ya establecido, ser-orden-verdad. El mal es el no ser, generado por la ignorancia, este es a su vez la ausencia de la verdad, que se puede interpretar como ignorancia del bien, el mal es caos, desorden.  El mal, como opuesto al ser es una realidad, pero no es verdadero ser ideal, no trasciende. El mal tiene que ser objeto de rechazo, porque es negativo, sin estatuto ético.

Para este ínclito sabio el mal es un error de juicio y una equivocación. El hombre solo comete el mal porque es inferior a sí mismo, pues no posee la ciencia. Él quiere romper con la idea de la tyché (fortuna), que afirma que el hombre actúa mal porque está destinado hacerlo. Para Platón, el mal no es una fuerza externa al hombre, una especie de fuerza, sino más bien una realidad, la cual puede ser evitada. En suma el individuo es responsable del mal moral, el hombre tiene libertad,  pero esta depende del saber.

Platón da pautas, para que el mal sea erradicado y así el hombre pueda alcanzar su realización. Está la búsqueda de un bien común, y la eliminación del mal por medio de la techné o episteme,  Con esto el hombre puede realizarse como obra bella gracias al saber. El bien es hacia donde tiende toda la actividad humana.